Las emociones actúan sobre las reacciones de los seres humanos, alterando la conducta en función del estado de ánimo y variando las respuestas a los estímulos exteriores, estableciendo nuestra posición con respecto al entorno que nos rodea.
El saber predecir e interpretar los diferentes estados de ánimo de una persona así como saber como se encuentra anímicamente puede ser una herramienta esencial, para nuevas formas de negocio, medicina o para mejorar la seguridad del estado a través de aplicaciones de vigilancia y control.
Los ordenadores podrán percibir e interpretar las emociones, transmitiendo esos sentimientos a través de la red de forma que el resto de internautas lo puedan percibir, sabiendo como interactuar porque se sabrá contextualizar el mensaje. Dejando de ser la red un sitio frío e impersonal, para convertirse en algo cercano y particular.