Las relaciones sexuales como en otras facetas de la vida se tiene que entender que no es una cosa de una sola persona, que entran en juego los sentimientos y pareceres de los dos miembros de la relación, por eso es importante saber lo que siente la otra parte para nunca herirla o menoscabar su autoestima.
En la vida nuestros actos son regidos por nuestra conciencia, que a veces no se encuentra en consonancia con la época o el pensar de la mayoría, llevándonos a fomentar o comportarnos de forma inadecuada ocasionando daño a otras persona de forma involuntaria.
También tenemos que rechazar las relaciones sexuales de pago provocadas por la actuación de mafias, que lo único que hacen es la explotación sexual a través de la esclavitud, y tenemos que entender que las personas que nos ofrecen ese servicio en una época o durante toda su vida han sido forzadas. ¡Sin clientes no habría prostitución!.
Nuestra condición sexual no tiene que ser tampoco utilizada para engañar y aprovecharse de otra persona, tenemos ser honestos con los demás pero también con nosotros mismos, valorando otros conceptos que aunque en desuso son más importantes que los bienes materiales.