Es un día de ilusión y amor, de cariño y perdón. Todos los niños esperan el gran momento con anhelo, nerviosos antes de acostarse, algunos no podrán dormir. Al final exhaustos sucumbirán a Morfeo, llenos de ilusión en sus pequeños corazones.
La religión nos da esperanza e ilusión, alimenta nuestra alma que desde pequeños vive hipnotizada por lo sobrenatural del misticismo religioso, que aunque queramos desterrar de nuestras vidas insulsas, rige nuestros actos.
En estos años donde hay tantos incrédulos y estamos hartos de todo, los valores hacen falta más que nunca en nuestras vidas. Porque si anulamos todo lo bueno que existe en este mundo estamos privando a las generaciones venideras de los la valores: amistad, entrega, sacrificio, ilusión y generosidad.
Este día es de los niños, no privemos a nuestro futuro de la ilusión y de la capacidad de soñar. Mostremos al mundo que todavía existe amor y que los reyes están sumergidos en la ilusión, que transmiten a todos los niños que alimentan su corazón con esperanza.
El vídeo no acto para niños por su vocabulario, pero el mensaje que transmite, vale la pena.