Los amigos y parientes con problemas hacen cosas que tienen consecuencias negativas muy significativas para ellos mismos y los que los rodean. A menudo discuten o se muestran distantes. Pueden despilfarrar dinero, abusar del alcohol o drogas, ser malos padres o ignorar sus propias necesidades.
Una buena forma de evaluar la conducta de una persona es advertir con qué frecuencia aparecen los incidentes negativos. Acciones que podrían ser aceptables en raras ocasiones se vuelven inaceptables si se producen repetidamente.
Las dificultades sacuden las emociones. Es natural, así son las personas. Podríamos considerar las emociones como una señal que hay que advertir para hacer algo respecto a lo que esta sucediendo.
Hay que disfrutar de la vida y vivirla con plenitud, es el derecho de toda persona, siempre sin sacrificar demasiado porque se priva de su vitalidad. Cada uno decide su vida, y nadie más.