La verdad resplandece en la belleza pero ella a la verdad hay que encontrarla debajo, hay que sacarla, abstraerla.
La magia supone un uso inmediato del lenguaje y está caracterizada porque logra o quiere lograr su efecto sin necesidad de mediación alguna. Basta simplemente pronunciamiento de la fórmula y el resultado está conseguido.
El lenguaje cuyo rasgo distintivo es el de instalarse básicamente en la primera inmediatez. Es esencialmente artístico o estético. De ahí el embeleso que suscita. O, al revés. Toda belleza y todo arte poseen cierta magia para el ser humano. La belleza es mágica nos afecta, nos transforma y subyaga.
En consecuencia el lenguaje en su forma más pura y bella procede del pensamiento y de la mente del ser humano, que mediante formulas concretas u otras por descubrir cautiva a sus semejantes con ideas, pensamientos o invenciones adquiridas por la experiencia de años de evolución mental.