Para obtener un mejor o mayor beneficio, sacrificios uno menor. Esta es nuestra naturaleza, una ley natural.
Si consideramos la otra parte, el amor, la compasión y el interés por otros seres, éstos son las fuentes verdaderos de la felicidad. Si sentimos amor o compasión, aunque estemos viviendo en un lugar incómodo, las circunstancias externas no nos perturbaran.
Por lo general, aconsejo que, si deseamos ser egoísta, lo seas de un modo inteligente y no estrechamente. La gente dotador de sabiduría piensa en los demás, sirve a los demás sinceramente como le es posible, no para engañarles sino de un modo sincero.
Si nos peleamos, matamos, robamos o decimos palabras desagradables, olvidamos el bienestar de los demás seres, siempre pensando en nosotros mismos. Yo, yo, yo, el resultado será nuestra perdición, nos convertimos en perdedores. Puede que los demás hablen bien de nosotros, pero puede que no hablen tan bien a nuestras espaldas. Esto ya demuestra que estamos perdiendo.