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miércoles, 10 de junio de 2009

Bodega doméstica

La inmensa mayoría de los vinos que guardemos deberán ser consumidos en tres o cuatro años.

Como la mayoría de los tintos de crianza, algunos blancos más corpulentos y algunos espumosos de reserva, y sólo algunos tintos reservas y grandes reservas. También excepcionalmente merecerán permanecer guardados durante un periodo no superior a cuatro años algún blanco.

En todo caso, debemos olvidar que una bodega doméstica no es un museo (reservado para quien pueda permitirse atesorar en un espacio adecuado botellas excepcionales de buenas añadas de las diferentes regiones vinícolas) y que por tanto a inmensa mayoría de los vinos que guardemos deberán ser consumidos en un plazo razonable de tres o cuatro años, sin haber rebasado su momento óptimo de consumo.