La primera vez que vi la mermelada de tomate me parecía por su color y textura a la de fresa, ya que de tomate no conocía de su existencia, me tuve que fijar bien en el bote donde especificaba en grande “Mermelada de Tomate”.
Cuando abres el tarro lo primero que tuve que hacer es oler la mermelada, porque es fácil confundirla con otra, después la probé y me choco el sabor porque uno no esta acostumbrado a que el tomate sea dulce.
Después mi curiosidad me hizo mirar la etiqueta del producto para saber su procedencia y pude ver que era español, concretamente de la región de Murcia.
La verdad que esta muy bien cambiar de sabor a la hora de desayunar, pudiendo degustar una mermelada de tomate, acompañada de un buen café, me encanta ser español.
Se comerá muy bien en el resto del mundo pero no se come como en España.