Planta anual, de hojas similares a las del rábano y de flores amarillas y blancas, es originaria de sur de Europa y de los países mediterráneos hasta Afganistán. Actualmente se cultiva en el Mediterráneo, en el Próximo Oriente, en Asia Central, en el norte y centro de la India y también en Brasil.
Ya en la Edad Media se utilizaba por sus propiedades y como especia en alimentación.
Esta planta es fácil de cultivar y crece salvaje en eriales y páramos. La variedad cultivada alcanza un tamaño de 60 cm. a 1 metro y tiene pequeñas flores de color amarillo cremoso que aparecen a finales de primavera y comienzos de verano.
Las hojas lanceoladas, muy separadas en la base y terminadas en punta, desprenden un aroma característico al arrancarlas y tienen un sabor picante.
La planta se adapta a todas las condiciones de clima y substrato y se reproduce por semillas.
Se utiliza en alimentación, para obtener aceite de quemar y con finalidades terapéutas. Es diurética, estomacal, estimulante, antiescorbútica y rubefaciente.
Las hojas se emplean crudas para preparar ensaladas, gracias al sabor picante y estimulante debido a los aceites de mostaza que contienen. Actualmente se utiliza mucho en la alta gastronomía para combinarla con otras hojas verdes de ensalada, a las que aporta un intenso aroma especiado, más suave cuanto más jóvenes son las hojas. También pueden cocinarse como verdura o añadirse picadas a las salsas y mantequillas.
Aunque son plantas que crecen silvestres, se cultivan especialmente para abastecer el mercado.