La creación, el 25 de julio de 1911, del Servicio de Identificación Dactiloscópica es la primera referencia que existe en España de lo que hoy se conoce como Policia Científica. Un años más tarde, en 1912, la ficha dactiloscópica empezó a incorporar la fotografía del detenido.
En 1921, el Gabinete de Identificación de Madrid se convierte en Gabinete Central. A partir de ese momento, todos los gabinetes provinciales fueron obligados a enviar un duplicado de cada ficha realizada. Este aumento de documentación provocó la creación del primer laboratorio de técnica policial para el estudio de huellas dactilares e indicios delectivos.
En 1988, el Gabinete Central de Identificación cambió su denominación por la de Servicio Central de Policía Científica, aunque en los ambientes judiciales y policiales se sigue conociendo por el apelativo de "El Gabinete".
En 1994, nació la actual Comisaria General de Policía Científica, que cuenta con unas 180 unidades repartidas por todo el territorio nacional y con tres laboratorios instalados en Barcelona, Sevilla y León.