Al igual que en el Señor de los Anillos un poder oscuro avanza entre las sombras de la red imposible de rastrear por los motores de búsqueda, información que yace en el abismo de Internet oculta a los análisis de tráfico, invisible para la mayoría de los mortales.
Cara oculta de la red utilizada por entidades que convierten sus documentos en inaccesibles para los buscadores, permite blindar el acceso a la información, celosamente guardada al igual que un banco blinda sus activos para que no sean robados.
Todo un entramado de redes neuronales de información más extensa que la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, estimada en el año 2000 en más 7.500 Terabays de datos con unos 550.000 millones de documentos, un noventa y cinco por ciento mayor que la "Internet superficial" conocido en el argot de los informáticos como Deepweb.