Nadie está exento de tocar fondo pero en cambio todos creemos que eso jamás ocurrirá, son cosas que les pasan a otros, gente con mala suerte ajena a la propia realidad hasta que llega la fatalidad rebosante de crueldad.
Hay que darse cuenta de lo que ocurre en el entorno cercano y cambiarlo dentro de lo posible con pequeños gestos, palabras amables, trato respetuoso o simplemente una sonrisa a esa persona desconocida para agradarle el día.