El éxito es una percepción relativa que se tiene que medir desde la perspectiva del sentido común sin perder el rumbo, metas pequeñas tienen un objetivo concreto ayudan a determinar la hoja de ruta, necesaria para ir sumando triunfos.
Pequeños logros que suman experiencia y ayudan a visualizar los objetivos que proporcionan junto con el tesón las destrezas necesarias, desprovisto hasta la fecha, pone en relieve la necesidad de adquirir un aprendizaje que complete las carencias.
Las recompensas son fruto del esfuerzo y no siempre, algunas veces hacer las cosas no tiene mayor retribución que la propia satisfacción, premio adquirido a través del trabajo que sirve para continuar adelante a pesar de las adversidades movidos por la ilusión; motor inagotable de sueños.