Antes de tener una meta se tiene que visualizar el objetivo pero sin hacerlo porque otra persona lo haga sino por desearlo realmente, satisfacción que reportara beneficios a largo plazo siempre que sea algo positivo, sustentado en la superación personal.
Para conseguir grandes logros primero se tienen que conseguir pequeños triunfos que servirán para reportar experiencia, necesaria para proseguir hasta el objetivo final y afianzar la confianza necesaria para no fracasar, ayudados de la destreza adquirida al superar los innumerables tropiezos durante el proceso.
La convicción en lo que se hace determina el resultado de los actos por eso es necesario no titubear a la hora de perseguir un sueño, aunque como es lógico siempre se tienen dudas con los aspectos desconocidos que se disipan con el aprendizaje, quedándose en una experiencia anecdótica propia de la evolución personal.