Existe gente que ataca a otras sin ningún motivo por el hecho de ser quienes son a pesar de que sean buenas personas y buscan la manera de causarles daño sin ni siquiera conocerlas, fijación dañina que intenta suplir el vacío que es incapaz de llenar de otra forma, rencor que irá en perjuicio de sí mismo a pesar de conseguir su propósito.
La defensa contra los prejuicios ocasionados por terceras personas es la reafirmación personal, seguridad que impedirá el ataque y repelará a la gente que no tenga buenas intenciones, rodeándose de personas que les quieran a pesar de sus defectos y vean en ellos las virtudes.
Gente que no se arrime a otros por el interés y en el beneficio propio por medio de una máscara de falsedad que esconde bajo un trato afable la crueldad que busca utilizar al prójimo para sus propósitos mientras le sea útil, ignorándolo cuando no le proporcione aquello que quiere, proceder insano que no tendrá un buen desenlace para la parte más débil de la relación.