La actual situación económica según todos los medios de comunicación es que las Comunidades autónomas no disponen de liquidez para abonar los pagos de los servicios primordiales, actitud que lleva a la dramática situación de prescindir de los servicios básicos de primera necesidad, llegando a una situación insostenible.
Situación que lleva a cortar la luz y la calefacción a los colegios, quitar camas y suprimir servicios en los hospitales, no pagar a las instituciones que dependen de subvenciones públicas e incluso a no sufragar el gasto sanitario de las farmacias, etcétera.
Las autonomías se están insubordinando con actitudes poco heterodoxas y están utilizando la presión social para oprimir al estado ante la situación de recorte del déficit, aprovechando la coyuntura para hacer lo que quieren con la excusa de la crisis en una situación de caos institucional, opresión que daña la reputación de un país quebrado por la falta de unidad.