Sergio Dalma conjuga su educada voz rota con la calidez de los gestos utilizados para acompañar las historias universales donde los sentimientos alcanzan con pasión la plenitud de los romances, sensibilidad que le otorga poder transmitir más allá de la música el alma de la letra, haciendo vibrar al público que vive a través del artista la emoción de la melodía.
Catalizador de emociones el cantante crea un clima romántico que hace que sus canciones se conviertan en bandas sonoras de historias de amor, donde los sentimientos son la única carta de presentación que invita a los enamorados a bailar, magia llena de momentos irrepetibles que convierten la música en parte de sus recuerdos.