La controversia y las excentricidades han seguido siempre Amy Whinehouse, una mujer con personalidad y transgresora, cantante de Soul y abanderada de la música Británica. Creando de sí misma un estilo único e innovador, convirtiéndose en fuente inspiración.
Las drogas y el alcohol la convierten en una persona desestabilizada y autodestructiva que vive al límite, aprovechando el momento “Carpe diem”, forjando el mito al borde del abismo. Convirtiéndose en una de las mejores cantantes del momento, aclamada por la critica. Su voz grave y característica, arremete con fuerza en sus temas.
Ahora después de cuatro años la artista vuelve con una versión de It’s My Party de los años sesenta, que fue interpretada por Lesly Gore, incluida en un disco homenaje al compositor Quincy Jomes. Una canción triste, de desgarro emocional, a la altura de la cantante británica.