El legado literario es un préstamo del artista a la sociedad, por medio de un aporte intimista a la cultura, utilizando la belleza estilística y artística de la palabra. Aprovechando los medios perceptibles, para contar o transmitir la esencia del autor, de una forma particular e irrepetible.
Es deber de la sociedad difundir la esencia transmitida por el escritor, cuidando con mimo cada detalle de su persona, acercando a los escritos al público de forma generosa. Pensando en el patrimonio cultural de la obra y en la generosidad del artista al dejar tan preciado tesoro, con un único propósito, difundir sus contenidos.
Dejar extinguir la fundación Rafael Alberti, es cerrar las puertas a la divulgación del conocimiento y de la poesía, en un mundo donde la cultura hace falta más que nunca. Oprimiendo el bien más preciado de una nación y eliminando la carta de presentación de una cultura.