Con las diferencias históricas y culturales de los países miembros de la Unión Europea hacen que las relaciones internas de Europa sean tensas, propiciado por las discrepancias políticas y actuaciones discriminatorias.
Las tensiones territoriales alimentadas por el Reino Unido con España, hace patente la división y el alejamiento en el hermanamiento, convirtiendo a la unión de territorios del viejo continente en un puzle de países. Mostrando el individualismo territorial y político, por parte de cada uno de los estados miembros.
La crisis nos ha desvelado los problemas económicos sino que ha expuesto la fortaleza institucional, revelado la egolatría de algunos países en momentos delicados y remarcando las posiciones en el conjunto de la Unión.