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miércoles, 25 de noviembre de 2009

El paro

El paro es el mal de nuestro tiempo, las economías mejoran o empeoran, pero el paro siempre esta presente afectando a multitud de personas y familias. Las personas números en una estadística tienen a sus espaldas verdaderos dramas particulares, que sumen en la desesperación aquellos que lo sufren, lidiando con problemas cotidianos como: mi hijo no tiene zapatos y no tengo dinero para comprar otros, o por el contrario que necesita una chaqueta para pasar el invierno y tiene que ir con un jersey, taparse con mantas por que no tiene para la calefacción…

Las facturas se acumulan, la despensa y nevera están vacías, la leche la tengo que comprar en polvo y aguarla para que aguante un poco más. Mientras tanto las cuentas no cuadran y el banco no me presta más dinero, llegando a una situación limite. Por desgracia hay millones de personas en esa situación.

No pudiendo encontrar trabajo o aguantar en el que tengo porque sino me quedo sin nada, la cual hay solución, a lo mejor no de forma inmediata pero si a medio plazo.

Para encontrar trabajo o mejorar el que tenemos primero tenemos que estudiar el mercado laboral, saber cual es la demanda y dentro de eso, donde nosotros nos podemos encuadrar. Al principio es todo muy negro, nos tenemos que serenar, porque no se ve todo desde dentro que desde afuera, por eso tenemos que ver el problema como si fuera de otro.

Después apuntarse al INEM, CCOO, UGT, Asociación de la Mujer…, cualquier organismo es bueno para que nos faciliten los cursos necesarios para mejorar o encontrar un puesto acorde a nuestras necesidades. Y si tenemos trabajo, nos formaremos para mejorar en nuestro puesto o buscaremos cursos que nos puedan servir para cambiar de oficio si las necesidades lo requieren, las personas tienen que ser versátiles y predispuestas a moverse siempre que fuera necesario.

Las personas que se acomodan y no prosperan en la vida se quedan estancadas, no avanzando e incluso retroceden, nunca tenemos que dar nada por supuesto porque ahora puedes estar arriba y después encontrarte en un futuro en la pobreza.

A las nuevas generaciones que no quieren estudiar, es más fácil caer en la pobreza a una persona sin estudios que alguien formada, porque quién sufre las consecuencias siempre son los mismos los más desfavorecidos.