Existe un acuerdo básico entre los estudiosos del tema al definir como comportamiento pro-social la conducta que una persona adopta voluntariamente para ayudar a alguien, y al llamar comportamiento altruista la ayuda que se ofrece con la intención de beneficiar a otro sin esperar recompensa por lo que se hace.
Los variables ambientales responsables del desarrollo del burn-out se pueden añadir, los conflictos laborales y personales, escaso reconocimiento social, el clima laboral…
La sobrecarga emocional es el centro del síndrome del burn-out y su punto de partida. Es una especie de vaciamiento de los recursos emotivos y personales, la sensación consiguiente de que no se tiene nada que poder ofrecer a los demás en el plano psicológico.