Una persona sin saber por qué ni como, despierta de repente nuestros sueños; y la cabeza, la imaginación empieza a funcionar por su cuenta y todo es maravilloso.
El amor en la persona de la que nos enamoramos es capaz de sacar de nosotros, de la parte más honda de nuestra personalidad, rasgos y caracteres que yacían ocultas y que ni si quiera sabíamos que existían. Por eso el amor nos define. Al amor, al elegir ese amor, nos estamos retratando íntimamente.
Cuando nos enamoramos, proyectamos en el ser elegido todas las cualidades que deseamos y creemos que constituyen para nosotros la esencia del amor. Vemos al otro no como es, sino como lo queremos ver.
El amor verdadero no aparece de repente, sino que se va logrando poco a poco, con paciencia y sabiduría. En ocasiones llega por caminos no previstos o insospechados. El amor no es algo que se busca, sino que él te encuentra, no se puede uno precipitar e intentando acelerar el proceso porque sino al final nos equivocaremos.