Uno de los aspectos que más ha contribuido a la unificación del arte islámico en su decoración, se basan en el vocabulario ornamental de las civilizaciones precedentes; el arte bizantino.
Este peculiar sentido de la ornamentación se vale de un número limitado de fórmulas básicas: la caligrafía, la geometría, los motivos florales y las figurativas. Además especialmente en la arquitectura, se emplean los temas llamados mocábares o mucarnas.
Los artistas musulmanes lo habían heredado del mundo tardoclásico, pero sólo con ellos alcanzó su plenitud. Por otra parte, el juego de trazados positivos y negativos crea ilusorios efectos de tridimensionalidad.
La luz función decorativa para modificar y originar nuevas formas ornamentales, que refleja la luz por el empleo de materiales reflectantes que adquieren una ornamentación inestable, que cambia donde incida la luz dependiendo de la hora del día en la que nos encontremos.
El arte islámico es fascinante además de elegante y bonito, donde las formas y ornamentos se complementan para originar el arte arquitectónico por excelencia de todos los tiempos pasados, presentes y futuros.