El marco actual de especulación inmobiliaria el intento de bajar o congelar los salarios, el despido máximo, la subida indiscriminada de los precios se asemeja mucho al marco económico sufrido en 1917 en España.
En marzo de 1916, el alcalde de Barcelona dirige la palabra a los manifestantes reunidos ante el Ayuntamiento de la ciudad, para protestar contra el aumento del precio del gas.
Al comienzo de 1917, el cuerpo social español delataba la presencia de hondas trasformistas. La neutralidad, mantenida a lo largo de casi tres años de guerra europea, había provocado una gran salida de productos industriales, mientras las explotaciones mineras exportaban el carbón asturiano.
La moral privada, cegada por el señuelo del dinero y propicia a toda inversión especulativa, se había hecho ostentosa en la exhibición de una riqueza sobrevenida que contrastaba con la bajada de los salarios y el alza de los precios.