El hierro, junto con la madera y el barro, fueron las tres materias primas más importantes de la sociedad tradicional europea. El hierro se obtuvo en Asia Menor en el segundo milenio a.C., y en Asturias está documentado su empleo en el siglo VII a.C. Los primeros restos han aparecido en las excavaciones arqueológicas efectuadas en el castro de Camoca (Villaviciosa). Este metal se convirtió enseguida en la materia prima más utilizada para la fabricación de aperos y utensilios domésticos, documentándose claramente su presencia en la Segunda Edad del Hierro, siglos IV y V a.C., en poblados como Caravia, Morrión (Villaviciosa) y Campa (Gijón), donde aparecen variedad de utensilios y restos de fundición (hornos, escorias, moldes).
En los siglos XVIII y XIX, el hierro abarca casi todos los ámbitos de la actividad humana: materiales para la construcción de casas y edificios (clavos, bisagras, picaportes, bocallaves, cerraduras, rejas, balcones); para la construcción naval (artillería, clavazón, anclas); utensilios domésticos (calderas, sartenes; garfiellas o cacillos para servir la comida; canxilones o cazos para beber agua; calamiyeres o llares; eslabones; candiles); medidas de peso (romanas, balanzas, pesas); aperos agrícolas y ganaderos (rejas de arado; cuchillas de escuadrones y varas de tazar; fesorias o azadas; garruchas para recolectar y varas de tazar; fesorias o azadas, garruchas para recolectar castañas; foces u hoces para segar; gradas con dientes de hierro); ruedas de carro; herramientas propias de los oficios artesanos, como carpinteros, canteros, herreros, leñadores, madreñeros, torneros, etc. La única limitación en el uso del hierro la marcará su calidad. El hierro obtenido en las ferrerías asturianas no era apto para algunos usos, de modo que ciertas herramientas de carpintería con cortes de acero de calidad y las guadañas de segar la hierba, nunca se fabricarán en Asturias y serán importadas de otros países.
PICAPORTES
Carro de esquirpia con rueda de chaplón y bandón, Sama (Grao)
Todo lo puesto en esta entra solo es un pequeño resumen, la información esta incompleta, porque sino su extensión necesitaría varios comentarios. Por eso a continuación pondré una serie de museos asturianos, donde se podrá ampliar dicha información, así como la fuente de donde saque la información: Museo del Pueblo de Asturias y Museo Etnográfico de Grandas de Salime.
Libro: Ferrerías, Mazos y Fraguas en Asturias.
Autores: Juaco López Álvarez y Armando Graña García.