Utilizan la debilidad moral de los ciudadanos y el apoyo incondicional de sus votantes para resarcirse ante la opinión pública, incapaces de reconocer su implicación lo niegan todo con el fin de salir indemne del atolladero que los sumergió el tesorero del partido, desgaste que puede suponer la muerte política.
En la actualidad existen países extracomunitarios que protagonizan revueltas a nivel nacional con el fin de hacer valer sus derechos, mientras los ciudadanos europeos sufren la incompetencia de sus mandatarios, insensibles a los problemas reales viven ajenos a la cruel realidad con millones en paraísos fiscales mientras trabajadores cobran sueldos precarios.