No se puede entender la fotografía sino no se dispone de la sutileza para leer el mundo y desgranar ante la atenta mirada del alma, lector incansable de la visión surrealista de la vida que capta lo que a la mirada se le escapa, refugiado en las telarañas de lo rutinario olvidado por la vista que rehúsa otear sin leer entre líneas.
Desgrana con belleza poética lo que la fotografía describe con la rigurosidad visual con la que el autor arranca al presente un trozo de realidad, inmortalizado queda perenne el reflejo del pasado que convive con la actualidad, bellamente descrito por medio de la literatura.
En el libro “Litoral” escribir la luz (fotografía y literatura) desvela el pensamiento artístico, describe de forma visual y a través del lenguaje escrito las ideas que conforman el arte en lo más excelso de la palabra.