La autenticidad es una cualidad individual caracterizada en la creación por la idiosincrasia de la persona y la manera de realizar las cosas, influido por la personalidad y experiencias hace que sea único, diferente al trabajo de otros siempre y cuando no se imite.
En el arte ser diferente no siempre significa que sea bueno sobre todo al principio en un mundo donde los gustos están estandarizados por las modas, copados por artistas de renombre que marcan las tendencias del resto, limitando así las opciones creativas que beben de los grandes referentes.
Desmarcarse significa luchar en contra de la opinión profesional en un intento de encontrar el apoyo del público que será el que reconozca el talento artístico de las creaciones por una parte, mientras por la otra será primordial la admiración y seguimiento de los aficionados que procederán inspirados en las nuevas obras a crear las propias, dando origen a nuevas tendencias.