Es inhumano ver alguien que quieres postrado en un sillón demacrado incapaz de sostenerse erguido sumido en sí por la tristeza que le produce verse desvalido producido por el abandono, no por falta de atenciones sino por la degradación de la persona a través del trato, humillación sicológica que lo hunde en la depresión y provoca que se abandone.
Incapacitado para ser persona deja de hablar porque nadie le escucha, carente de autonomía para decidir a donde ir abandona toda actividad física, sin presente ni futuro carente de ilusión se sume en sí porque carece de objetivos que le empujen a seguir adelante.
Abatido por la pena con el rostro desfigurado por la inexpresividad y mirada hundida por la sumisión su vida es triste, carente de satisfacciones que otorguen alegrías vive imposibilitado, demasiado bueno para todos los que le rodean.