Actualmente los cánones de belleza se ven alterados por la tendencia de la población a la obesidad en una sociedad globalizada que tiene una alimentación estandarizada, normalidad que se traslada a la vida diaria y se percibe en los lugares de encuentro donde predominan las personas de complexión más robusta que delgadas, cambio de aspecto que influye en los estereotipos.
Los cambios físicos influyen en la mentalidad de las personas que ven como sus preferencias y gustos alteran su vida, dándoles igual su aspecto físico para dejarse llevar por el placer de comer, buscan la felicidad en la autocomplacencia relegando a segundo plano la salud y la estética.
Estos cambios de pensar influidos por los hábitos permiten radicar los complejos y ser más feliz consigo mismo a pesar de lo que pueda pensar la gente que pone su aspecto físico por encima de su persona, influidos por las modas y el culto al cuerpo, viven pendientes de lo que piensan los demás sin aceptarse así mismos en una filosofía de vida que trata con crueldad a los que son diferentes.