Los pensamientos inundan la razón mientras concentrado conduces en la soledad envolvente de la carretera engullido por la abstracción intemporal de la desubicación geográfica, entretanto el asfalto pasa vertiginoso ante los ojos y lo sientes bajo los pies a través de la vibración del vehículo, olvidando cada imagen a la velocidad que se sucede ante la vista
Memoria a corto plazo que dura un instante para después desvanecerse con el recuerdo continuo de la vía y un paisaje casi igual que varia sutilmente al igual que la localización, descrito en los carteles indica los distintos destinos posibles que rompe la monotonía visual de un panorama gris, apático e indiferente a cualquier emoción.
Abstraído de la realidad en un mundo siempre en movimiento con aletargadas sensaciones la percepción del transcurrir del tiempo cambia, el efecto de movimiento se mitiga y la sucesión de imágenes distintas se hace continua, convirtiéndose en una experiencia que olvidas con la conclusión del trayecto.