Desde el momento que se ven revoloteando las mariposas alrededor de las flores en busca de néctar para alimentarse crece en el ser humano la curiosidad que centra la atención en los bellos colores que al igual que las flores componen sus alas, embelesados por la belleza natural que ilumina con la candidez de sus formas vuelan nerviosamente como pétalos suspendidos en los jardines, llenando el espacio en blanco del aire de color en un óleo pintado con vida.
El mariposario es un jardín abovedado donde existen las condiciones ambientales necesarias para que el ciclo de la mariposa se produzca de forma continuada, explosión de vida y color que comienza con el ciclo reproductivo del insecto, visible para poder admirar el paso de gusano a crisálida que despertará del breve letargo convertida en una hermosa mariposa llena de vida después del agotador descanso de la metamorfosis.
Un espacio cambiante que ofrece a cada momento bellos espectáculos naturales y bailes de apareamiento que dejarán sin palabras al visitante, incrédulo ante tanta belleza se paseará absorto mirando alrededor con la boca abierta sumergido en un sueño comparable a la fantasía de los cuentos donde el tiempo se detendrá perdiendo la noción, impregnando la retina con una sensación mágica que sabe a poco pero que deja una placentera sensación.
