Alex después de diez años de ausencia de Santa Irene regresa esperando que todo siga igual que cuando se fue con la ilusión de retomar la vida allí donde se quedo, pero todo cambio nada sigue igual, excepto en la imagen idealizada de una realidad que no existe, producto de un recuerdo que permaneció intacto a pesar del transcurrir del tiempo donde quedaron atrapadas las personas que ama.
Un nuevo proyecto es la excusa para el regreso, impulsado por la añoranza emprende el camino a lo desconocido a través de situaciones familiares en un intento por rellenar los huecos del pasado, incógnitas que llevan a buscar explicación al gran vacío interior que dejó la partida.
Incompleto se vuelve al origen empujado por el destino para completar el ciclo de una época que culminará con la última pieza del puzzle, perdido hasta entonces todo empieza a cobrar sentido y comprende que debe concluir las tareas pendientes para congratularse con su pasado, exculpándose así mismo.