Con el nacimiento del bebé la dicha en la pareja es completa a materializar el amor que se procesan en una nueva vida, la suma de dos seres complementarios que personifica su querer, viviendo un momento único que cambiará para siempre su estado.
La inocencia inmaculada de los primeros estadios de vida muestra la expresión plácida de ingenua bondad que dibuja la serenidad del lindo rostro de tiernas facciones con risueña felicidad que esboza una cálida sonrisa, bienestar posnatal suspendido en el limbo de sustantividad infantil ajeno a las circunstancias de la realidad, protegido en el seno materno por el candor de los mimos.
Afectuosidad amorosa que abraza el delicado cuerpo del bebé con sutil seguridad estrechándolo contra el pecho al calor maternal, vinculación sentimental gestado por la unión inquebrantable del amor incondicional, sentimiento entrañable que liga el corazón de dos seres a lo largo de su existencia.