El entorno siempre cambiante muestra la estética alterada por la percepción inmutable de la realidad que con perezosa mirada se le escapan los detalles, imperfectas variaciones inapreciables alteran la cotidianidad del paisaje, estático vuelve la rutina monótona carente de alicientes visuales.
Las alteraciones atmosféricas inciden en la vistosidad del lugar sorprendiendo al avezado observador que ojea con incredulidad los cambios que desvelan la belleza intrínseca del paraje, pequeños secretos que se esconden a la vista, muestran la sencillez espontanea de la descripciones literarias.
Sitio con encanto que carece de atracción turística es el retiro bohemio que acompaña la soledad con la vista privilegiada, anónima al frenesí del trasiego de la gente conserva la inocencia natural, inocua al transcurrir del tiempo.