El desconocimiento alimenta la curiosidad buscando respuestas a enigmas que despiertan la imaginación, intentando hallar la forma de vislumbrar lo que se escapa a nuestro entendimiento, porque nos resistimos aceptar la evidencia de los hechos.
La muerte nos fascina pero nos aterroriza la idea, aunque en ocasiones nos sentimos atraídos por su oscuridad, pero es en la recta final de nuestra vida cuando la sugestión se convierte en temor y la belleza del óbito es empañada por la consumación de la realidad.
El terror latente en nuestro interior se exterioriza a través de la vista, en actos cotidianos lejos de nuestras vidas, es el cine o la televisión quien acerca el horror y muestra la debilidades del ser humano. Con “The Walking Dead” la atrocidad de los actos y la truculencia de la muerte, se convertirá en una serie, donde los temores se transformarán en pesadillas. Y las pesadillas en imágenes televisivas.