El enfoque conductista enfatiza el estudio del proceso de toma de decisiones profesionales y de los factores que influyen en él. Centra la atención en la necesidad de reforzar aquellas experiencias de aprendizaje que garantizan una eficaz elección profesional.
La orientación profesional la hemos entendido, como un proceso que transcurre a lo largo de la vida de la persona, comienza desde las primeras edades y no culmina con el egreso del estudiante de un centro profesional sino que se extiende durante toda su vida profesional.
Es importante que los padres, en el proceso de orientación profesional adquieran un carácter más selectivo y específico dirigido al desarrollo de conocimientos, intereses y habilidades de los niños, adolescentes y jóvenes hacia determinadas esferas de la actividad humana en dependencia de las inclinaciones y posibilidades intelectuales que demuestren.
Durante el transcurso del aprendizaje se evalúa constantemente al joven, para dictaminar cuales son sus cualidades y que actividades estimulantes para el intelecto, de esta forma padres y educadores pueden orientar o enfocar sus habilidades e inteligencia para alcanzar los objetivos necesarios para una correcta adecuación laboral.