La pasión tiene grandes recompensas cuando está centrada en la creatividad pero como todo tiene un gran contrapunto cuando se vive con intensidad cada instante porque desgasta a la persona, física y mentalmente al entregar todo su ser a existir con plenitud, dejándose la piel para dar lo mejor de sí hasta en las condiciones más ingratas.
Insatisfacción que deja siempre un sabor amargo a pesar de hacer bien las cosas que termina, sensación de inconcluso que otorga una falsa impresión de faltar algo por ultimar, atormentando a la persona que busca la perfección como él la concibe no como los demás la perciben.
Distinto a la hora de imaginar el mundo sufre por las barreras que este le impone y busca la forma de zafarse de la imposición arcaica del modelo social a través de la expresión artística, lucha interior que supone un gran sacrificio sentimental y un reto personal, necesario para poder crear al margen de las premisas del pensamiento contemporáneo.