La economía lejos de la solución sigue con la política errónea de continuar constriñendo el poder adquisitivo de los ciudadanos con subidas de impuestos, maniobra que intenta complacer la política dividida de los socios europeos, encabezonados en el déficit y las medidas de austeridad.
Es necesario coger el bastón de mando y liderar Europa pero desde otra perspectiva diferente a la impulsada hasta el momento por la asociación Franco-alemana, aportaciones que cambie el modelo económico que rige la zona euro, vías alternativas que cubran necesidades sin atacar a los derechos consolidados.
Avanzar supone evolucionar, cambio que empieza por escuchar a expertos en la materia de todo el mundo en un congreso que aborde el problema con la implicación política, dejando al margen la demagogia y sentando las bases de la nueva economía mundial que surgirá al margen de los deseos de los gobiernos. Transición que puede suceder sin castigar a millones de personas que sufren la obstinación de los dirigentes que niegan la evidencia, aferrados a las convicciones e ideologías no admiten otras posibilidades, argumento que sustenta la tesis en los resultados en el pasado.