A diferencia de la realidad virtual que tiene que concebir un escenario empleando un mayor número de recursos, la realidad aumentada permite tener una visión del espacio físico a través de soportes electrónicos, combinadas con imágenes virtuales que permiten interactuar en tiempo real con el entorno.
La percepción del entorno de las aplicaciones hace posible cambiar la perspectiva de la realidad en función a las necesidades existentes y utilizarlas para desarrollar nuevos menesteres, que amenicen tareas poco atractivas para el usuario, adecuando la tecnología.
La vistosidad de las imágenes virtuales impactan y suscitan curiosidad al público, convirtiéndose en un elemento atractivo que promueve nuevas herramientas, utilizadas en el sector audiovisual y de ocio. Que se fomenta en la red a través de software libre, facilitando el desarrollo para creadores que carecen de conocimientos de programación.