Hay lugares emblemáticos y ciertas barriadas que dan personalidad a una ciudad. La Corredoria es uno de esos barrios, que con personalidad propia definen a la perfección lo que significa Oviedo, para los ovetenses y para cualquier asturiano que se precie.
La Fuente de los Cuatro Caños con una estructura muy particular y ubicada en una rotonda muy concurrida, no se aprecia el valor real de su arquitectura singular, pero en cambio sirve de referencia para cualquiera que se tenga que desplazar por sus aledaños.
En la Reseña Cultural por La Corredoria del Excmo. Ayuntamiento de Oviedo, hace un breve pero interesante recorrido por los diferentes monumentos e historia de un barrio que ubicado en las afueras, a porta un patrimonio interesante al Principado.
La Corredoria, ha sido un estratégico lugar que serviría de comunicación hacia las rutas comerciales Atlánticas desde la época Romana.
Fuente de los Cuatro Caños, principal seña de identidad de la zona, inaugurada en 1790, era uno de los servicios públicos con los que se dotó a la antigua carretera desde Gijón hacia Castilla. La obra se atribuye al arquitecto Manuel Reguera.
No debemos olvidar el lavadero con su peculiar paraguas, que afortunadamente se conserva, del ingeniero municipal Sánchez del Río que dejó su impronta en todo el Concejo con importantes obras.