El Ébola ha producido una gran confusión por la improvisación ante una de las enfermedades más virulentas que se conoce, produciéndose contagios inesperados entre parte del personal sanitario implicado en el tratamiento de la enfermedad, multiplica el miedo e incertidumbre entre la población.
A lo problemas existentes se suman la frivolidad de algunas personas ante un hecho tan grave al enviar información adulterada, elevando el nivel psicosis sin necesidad con el único fin de hacerse visible en Internet, incurriendo así al margen de la legalidad en una falta de moral.
Se tiende a compartir información en las redes sociales a pesar de que en muchas ocasiones utiliza el nombre de terceras personas o simplemente falta a la verdad, propiciando así un caldo de cultivo para aumentar la desconfianza sobre la información difundida por particulares en Internet, desprestigiando un medio actualmente democratizado.