La falta de consideración por la vida humana llega a límites insospechados por un gobierno falto de moral e insensible al sufrimiento de las personas que huyen de la miseria en busca de futuro, jugándose el tipo por conseguir el ansiado sueño de una vida mejor después de un calvario de penurias quedan insertados en la valla fronteriza del territorio español, mutilados por las cuchillas.
Mientras el gobierno minimiza el impacto mediático con declaraciones hipócritas que intentan justificar actos injustificables, cegados por el poder, tienen las manos libres para actuar con impunidad abalados por la constitución.
Es doloroso ser ciudadano de un país que tiene como representantes a individuos que no tienen estima por las personas, careciendo de sensibilidad para abordar los problemas ciudadanos y rectificar las políticas inhumanitarias, ejecutadas con crueldad por los poderes públicos.