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domingo, 12 de julio de 2009

Corcho o tapón de botella de vino

Uno de los mayores responsables de los aromas y sabores desagradables en el vino es el olor a corcho o a tapón que está producido por la contaminación del tapón con mohos alojados en el corcho y que transmiten al vino esos aromas no gratos de humedad, de cartón o de madera mojada hasta el punto de que acumulan cualquier atributo positivo tanto en la nariz como en la boca.

La única solución es desechar la botella, abrir otra y esperar que la mala suerte no se repita. Conviene, en todo caso, examinar el tapón para comprobar su estado: sino no está entero, terso y poroso, con buena flexibilidad; si huele a humedad o presenta grietas o cavidades huecas; si el color morado intenso o púrpura se extiende longitudinalmente en hileras o manchas hacia arriba (un corcho sano sólo mancha su superficie inferior en contacto con el liquido), señal inequívoca de que el tapón está contaminado.