La carencia de valores, la falta de perspectiva de futuro y un sistema de enseñanza cada vez más desprovisto de herramientas son los problemas básicos, además a todo eso añadimos el actual sistema laboral, cada vez con menos puestos para los nuevos talentos.
Al no ofrecer oportunidades a las nuevas generaciones estas no tienen cabida en una sociedad que los margina, la cual no les dota de herramientas y valores que les motiven, convirtiéndose en inspiración para un sector de la población cada vez más desencantada con el sistema actual que no les representa.
Para renovar un país y crecer lo primero que se tiene que hacer es una regeneración a todos los niveles, papel que le toca a los más jóvenes, sabia fresca con ganas de realizar cosas para cambiar una sociedad anclada que necesita vitalidad.