El agua fuente de inspiración en un mundo cubierto en tres cuartas partes de liquido amniótico donde la madre tierra aporta de vida al planeta y sustenta a sus hijos, nacidos del útero y criados en su vientre se convierte en el equilibrio que compensa las aguas, transformándose en el epicentro de armonía que colma de serenidad a todo ser.
El arte se nutre de la belleza intrínseca que aporta los parajes naturales donde el agua es la protagonista y la tierra la vasija que sustenta el vital líquido que se escurre ante la atenta mirada del artista, inquieta es incapaz de permanecer inalterable aunque de esa impresión a simple vista, siempre esta en continua transformación.
Transformación que aporta dinamismo a la inspiración que busca en la agitación de las aguas el equilibrio de la estética, soporte natural de la escena que se convierte en el lienzo de la bellaza y el marco de la obra, ensalzada por la simplicidad natural de la armonía.