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viernes, 25 de septiembre de 2009

Dependencia del teléfono móvil

Asociado al fenómeno de la difusión tecnológica de la telefonía móvil se encuentran cambios en la actitud de las personas hacia la comunicación, en hábitos sociales y culturales profundamente arraigados.

El móvil se ha instalado definitivamente en nuestras atareadas y complejas vidas confundiéndose con nuestra propia existencia, de la que ya no podemos disociarlo.

El teléfono móvil ha arraigado con tanta fuerza en nuestra sociedad, que se ha convertido en un instrumento imprescindible para toda persona, da igual su condición social y la labor que desempeñe, casi todos tienen uno lo necesite o no.

Su avance es vertiginoso y sus aplicaciones crecen día a día, es tal su evolución que el usuario no le da tiempo de adaptarse a las nuevas funciones, son muy pocos los que le sacan el máximo rendimiento.

Esta dependencia del teléfono móvil nos hace elevar nuestra sed de consumismo, voluntaria o involuntariamente, porque ahora no sólo se vende el teléfono (cada seis meses sale uno nuevo al mercado) sino una serie de aplicaciones y servicios que nos hacen más dependientes.