Es el estado de aquellas personas que no pueden procesar la información con normalidad. Las personas confusas no pueden: Seguir un conversación, responder apropiadamente a las preguntas, saber dónde se encuentran, establecer juicios críticos que afectan a la seguridad y recordar hechos importantes.
La confusión mental tiene muchas causas diferentes, incluido el uso de ciertas sustancias (con prescripción médica, de venta libre o ilegal) y una amplia variedad de trastornos. Tanto el delirio como la demencia, aunque son trastornos muy diferentes, producen confusión.
Cuando una persona está confusa, el médico trata de identificar la causa y, en especial, de demencia. Cuando la confusión mental aparece o empeora repentinamente, la causa puede ser un delirio. En estos casos, se requiere una atención médica inmediata, ya que el delirio puede estar producido por un trastorno grave.