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jueves, 9 de abril de 2009

El Ámbar

Hasta hace muy pocos años no había oído hablar del ámbar, ni menos sabía lo que significaba esa palabra o lo que representaba. Pero todo cambio cuando vi por primera vez Jurassic Park, en la película explicaban lo que era el ámbar y como se producía, desde aquel día en los medios de comunicación haría multitud de reportajes y documentales, aprendiendo más sobre sus yacimientos y la formación del mineral de origen vegetal. 

Aunque sé que hay multitud de artículos en las diferentes revistas divulgativas, web’s, televisión creo que sería bueno escribir un poco más sobre el tema, porque siempre se puede a portar algo nuevo. 

El ámbar es una sustancia que se forma como resultado de la fosilización de la resina de árboles que vivieron hace millones de años. Al igual que pasa hoy en día, la resina “chorreaba” por el tronco y las ramas de los árboles. 

Con el paso del tiempo, la resina sufrió ciertos procesos químicos más o menos complejos (denominados polimerización) por los que se convirtió en ámbar. 

Al ser la resina una sustancia muy pegajosa, en ella pueden quedar adheridos diversos tipos de organismos como insectos y también restos vegetales como musgos, hojas o polen. Pero también puede atrapar burbujas de aire o gotas de agua. 

La formación del ámbar implica la desecación de los restos orgánicos contenidos en su interior, lo que favorece su conservación. Esto significa que los organismos incluidos en el ámbar se conservan con un grado de detalle excepcional, pudiéndose observar tejidos blandos como músculos. 

El ámbar es una sustancia poco frecuente en la Naturaleza y los yacimientos de ámbar con restos de insectos fósiles son extraordinariamente escasos en el mundo. Esto se debe a que la fosilización de la resina no es habitual. Para que se produzca, primero es necesario que un árbol expulse resina, algo que normalmente hacen para protegerse de enfermedades o de los daños que les pueden causar los insectos. Posteriormente, es necesario que “atrape” algún insecto y que la resina se endurezca. Por último, la resina o el fragmento de madera (tronco o ramas) en el que se encuentra la resina debe ser enterrado por arenas o arcillas, donde se produce la fosilización y el paso de resina a ámbar. 

Una preservación excepcional de los organismos en ámbar permite obtener información acerca de cómo era la vida hace millones de años: los bosques, el clima y la fauna. Y por supuesto, también proporciona información sobre la evolución de algunos de los organismos que vivían entonces, los cuales están hoy en día extinguidos. Es como si viéramos una imagen de hace millones de años congelada en un trozo de ámbar.